viernes, 23 de mayo de 2025

La radio en tiempos de oscuridad

Bien y a la Primera

Omar Espinosa

En las décadas de 1950 y 1960, la radio reinaba en los hogares latinoamericanos como el corazón de la vida familiar, uniendo generaciones con radionovelas, música y noticias que avivaban la imaginación.

Era la “época de oro”, cuando la “radio de la mente” no tenía rival. Pero la llegada de la televisión privada en los años 60 marcó el inicio de los “tiempos oscuros”.

Con su poder visual, la televisión capturó audiencias, dejando a la radio en una encrucijada, pero lejos de rendirse, este medio se transformó, diversificó formatos con radio educativa y comercial, y abrazó innovaciones como la radio por internet, los podcast y la radio satelital HD, que revitalizaron su calidad y alcance.

La radio, resiliente, busca su lugar en la era digital, por lo que hoy enfrenta nuevos retos con el auge del streaming musical y la demanda de contenido a la carta.

Dijera el clásico “se acercan tiempos de oscuridad” para la radiodifusión global.

Veamos. La radio en México, siempre considerada un medio de entretenimiento y conexión social, atraviesa hoy lo que muchos llaman sus “tiempos oscuros”.

Este declive, lejos de ser un réquiem, refleja un medio en lucha por mantener su relevancia frente a una avalancha de cambios tecnológicos y culturales.

La pregunta es: ¿puede la radio reinventarse para recuperar su lugar en el corazón de los mexicanos?

Datos alarmantes ilustran esta crisis. Según un estudio de SciELO México, en 2005, el 90% de los hogares mexicanos contaban con al menos un receptor de radio; para 2020, esta cifra se desplomó al 51%. La televisión, internet y los dispositivos móviles han desplazado a la radio como fuente principal de noticias y entretenimiento.

Plataformas digitales como Spotify o YouTube ofrecen música y contenido bajo demanda, mientras que las redes sociales entregan información al instante, dejando a la radio en una posición vulnerable, generando un impacto especialmente severo en las emisoras comunitarias y culturales, quienes enfrentan dificultades financieras para sobrevivir y que ya hemos dado cuenta en entregas anteriores.

Estas estaciones vitales para preservar la diversidad cultural y dar voz a comunidades marginadas, se ven asfixiadas por la falta de audiencia y recursos, sin embargo no todo es penumbra, pues la radio sigue siendo un medio crucial en regiones rurales donde el acceso a internet es limitado y su capacidad para conectar emocionalmente con las audiencias, utilizando aún la“vieja fórmula”: locutores carismáticos y programas locales; lo que hace única e inigualable la siempre viva “magia de la radio”.

Y para sobrevivir, la radio mexicana debe adaptarse.

Muchas emisoras han incursionado en transmisiones en línea, podcast y formatos híbridos que combinan música con interacción en redes sociales. Este esfuerzo busca captar a las nuevas generaciones, que prefieren consumir contenido en sus teléfonos.

Es aquí donde la resiliencia de la radio radica en su capacidad de evolucionar sin perder su esencia y siempre ser la voz que acompaña, informa y une.

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Spotify: Bien y a la Primera de Omar Espinosa