Bien y a la Primera
Omar Espinosa
Hace unos días, recibí una noticia que marcó un nuevo capítulo en mi carrera profesional; fui aceptado en la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia y no se trata solo de una distinción académica, o a mi trayectoria de 33 años en la radio y el periodismo, menos un logro personal. Para quien esto comparte, es un paso hacia un compromiso más profundo, el de trabajar por la democratización del conocimiento científico en México.
El compromiso cobra vida en un proyecto que inicié como resultado de la tesis para graduarme en la especialidad de Comunicación de la Ciencia en la BUAP; un Podcast bautizado como “La ciencia de lo cotidiano”, un espacio sonoro donde buscaré que la ciencia baje del laboratorio y se siente a la mesa para explicar cómo funciona el wifi en casa, qué hay detrás de los alimentos que consumimos, por qué las abejas hacen su peculiar sonido o incluso preguntarnos ¿hay vida dentro de las montañas? y mil dudas más de lo que vivimos en nuestra cotidianeidad.
Porque la ciencia no está lejos, ni es un asunto de élites; está en cada rincón de nuestra vida diaria.
Hoy más que nunca necesitamos contar la ciencia de manera clara, creativa y participativa, porque esa es precisamente la esencia de esta disciplina, misma que ha evolucionado no solo para informar, sino para dialogar, bajo el precepto de que “comunicar ciencia es construir ciudadanía”.
Entonces, el periodismo científico se convierte en un puente y no es propaganda de laboratorios ni réplica mecánica de publicaciones periodísticas o académicas, es un ejercicio crítico que contextualiza, cuestiona y dialoga con la sociedad, porque la ciencia sin contexto puede volverse inerte, e incluso peligrosa.
Latinoamérica ha comenzado con la apertura de espacios a la divulgación científica en medios, pero aún hay rezagos, donde faltan periodistas formados en esta especialidad, investigadores dispuestos a hablar en otros lenguajes y para no variar, faltan políticas públicas que reconozcan la importancia de una cultura científica colectiva.
Una publicación de La Voz de América en enero de 2025, señala que el 55% de los latinoamericanos respaldan la regulación de la inteligencia artificial, reflejando una creciente conciencia sobre el impacto de la tecnología y la información en la vida cotidiana.
Sin embargo hay esperanza; el crecimiento de los podcast y contenidos audiovisuales ofrece nuevos formatos para acercar la ciencia a más personas.
Cierto es que la revolución digital y la inteligencia artificial están transformando la manera de comunicar ciencia, pero hay algo que la tecnología por sí sola no puede reemplazar y es el rigor, la ética y la sensibilidad humana para contar historias que tienen las y los periodistas de investigación, haciendo que la ciencia también sea una historia de preguntas, de búsquedas y de asombros compartidos.
El Podcast “La ciencia de lo cotidiano” es mi forma de tender puentes entre la curiosidad de la audiencia y las respuestas que la ciencia puede ofrecer, además es un compromiso con la claridad y con la empatía. Las producciones sonoras están disponibles en las plataformas de Spotify, Ivoox y Amazon Music.
Porque como decía Einstein: “Si no puedes explicárselo a un niño de seis años, es que no lo entiendes lo suficiente”; yo quiero entenderla, pero sobre todo quiero compartirla, pues la ciencia cuando se comunica con honestidad y sencillez, deja de ser un privilegio, para convertirse en un derecho.
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Spotify: Bien y a la Primera de Omar Espinosa