viernes, 4 de julio de 2025

Sonidos Perdidos de la Radio

Bien y a la Primera

Omar Espinosa

Esa tarde desempolvé un viejo Sony Walkman y al presionar “play”, el sonido stereo de un cassette Maxell me transportó a mi adolescencia en 1987…. reflexiono y pienso que no soy el único, pues miles de personas, nacidas en las últimas 5 décadas, buscan refugio en recuerdos que, aunque ajenos a la perfección, se sienten cálidos y seguros.

La cultura de la nostalgia se ha convertido en un puente generacional; desde los vinilos hasta los memes de los años 2000 y la añoranza de las buenas experiencias que une a padres e hijos en un mismo ritual para recordar, reconfortar y donde la memoria se vuelve igual bálsamo que resistencia al paso del tiempo o lo que es lo mismo “a envejecer”.

Así, la nostalgia no es solo mirar atrás en nuestros recuerdos mentales, sino también una manera de celebrar lo vivido para reinventar el presente, tejiendo con hilos de recuerdos una red que nos sostiene e impulsa para seguir adelante; donde además los sentidos como el oído, se convierten en herramienta para la activación de una memoria que a veces solo enciende con el éter de la melancolía.

Sonidos, videos e imagen que hoy se pueden encontrar en Internet pueden ser revisados, tal cual fuera un álbum de los años 70 donde se guardaban las fotografías de vacaciones, reuniones, lugares y momentos especiales, permitiendo evocaciones únicas e indescriptibles en quien revive el momento.

Y es en esta alegoría de la memoria donde la radio sigue estando presente, pues sin así solicitarlo se ha convertido en un cómplice del tiempo y compañero fiel de generaciones completas; guardando en sus ondas hertzianas un tesoro sonoro que despierta la nostalgia.

Pensemos tan solo en los últimos 50 años en los que hogares de Puebla, México y prácticamente el mundo entero se llenaron (aún lo pueden hacer) de melodías inolvidables como las baladas de los años 70, los éxitos pop de los 80’s o los ritmos electrónicos de los 90’s; todos capturados en jingles pegajosos, comerciales entrañables y las voces cálidas de locutores que narraban noticias y eventos.

Pero la historia no termina en estos años memorables, pues los sonidos en la radio se siguen acumulando y se resisten a guardarse en el baúl del olvido. También los años 2000 y las últimas dos décadas y media, han ofrecido sonidos en la radio, que se suman al recuerdo involuntario (o no) de los escuchas.

Escuchar hoy un spot de aquella época o un audio rescatado de internet, así como las transmisiones de eventos deportivos históricos, situaciones de tragedia, conflictos bélicos o anuncios vintage, igual que radionovelas, noticias y hasta programas de concursos, es revivir instantes que moldearon nuestra identidad colectiva.

Estos sonidos preservados hoy en archivos digitales, son testigos de transformaciones sociales, culturales y tecnológicas que mantienen viva esta memoria sonora.

Mientras tanto la radio permanecerá por siempre y para siempre, pues es tan básica y antigua como necesaria para entretener, educar y conectar al pasado con el presente, para después, transitar a los formatos digitales donde se guardarán en archivos esos ecos del ayer, aquellos sonidos perdidos de la radio que podrán ser descubiertos cada vez que la nostalgia se haga presente.

El resurgir digital asegura también que las nuevas generaciones valoren este legado auditivo, mientras que los nostálgicos encuentran refugio en cada voz, melodía, noticia y sonido.

Y es que la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), a través de su frecuencia universitaria 96.9 FM Radio BUAP, habrá de retomar el tema cultural de la nostalgia sonora con un nuevo programa que se transmitirá todos los jueves a las 9 de la noche. 

Iniciando el próximo 10 de julio de 2025, “Sonidos Perdidos de la Radio” explorará la añoranza auditiva de sus audiencias en 24 episodios de 27 minutos cada uno; divididos en dos temporadas con un par de “bonus program” y en los que mostrará una recopilación de audios originales de música, noticias, jingles, spots comerciales, historia de la BUAP, además de voces de locutores legendarios; todo basado en investigación hemerográfica que se transformará en producciones sonoras para invitar a redescubrir toda una historia auditiva, al recorrer 5 décadas a través del oído.

“Porque recordar, es volver a escuchar.”

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