viernes, 5 de septiembre de 2025

5 de septiembre: voz femenina y memoria radiofónica

Bien y a la Primera

Omar Espinosa

Cada 5 de septiembre, el Día Internacional de la Mujer Indígena permite recordar la figura de Bartolina Sisa, guerrera aimara (Perú), que en 1782 murió asesinada brutalmente, por su decidida lucha contra la dominación colonial española.

Históricamente, simboliza el pensamiento de miles de mujeres indígenas, que han dado la vida por la dignidad y el reconocimiento de sus derechos y el de los pueblos indígenas.

Esta fecha, establecida en 1983 durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América Latina no solo conmemora su valentía, también subraya la importancia de las mujeres originarias como pilares de resistencia y renovación cultural.

Y es aquí, donde la radio comunitaria se puede y debe convertir en una caja de resonancia; ser la voz que multiplica y amplifica esa resistencia, convirtiéndose en un medio vital para visibilizar sus historias, cosmovisiones y demandas.

En 2025, en un contexto donde las mujeres indígenas continúan enfrentando exclusión, violencia y pobreza estructural, la radio comunitaria e indígena, se convierte en una trinchera y espacio clave para reescribir narrativas.

Según datos recientes del Instituto Nacional Electoral (INE), la participación de mujeres indígenas en medios comunitarios ha crecido en un 25% en solo tres años, no obstante, persisten retos para superar dinámicas patriarcales que aún las relegan a espacios secundarios.

Así pues, la radio se convierte en un altavoz que impulsa la identidad, la cohesión comunitaria y la defensa de territorios ancestrales, frente a la mercantilización y el extractivismo al que se enfrentan las comunidades indígenas, históricamente relegadas y marginadas por las altas esferas del poder político.

Permítanme contar la historia de Ana María, locutora zapoteca de 32 años, trabajadora y luchadora social en su comunidad, para quien la radio es un hogar y una trinchera. “Cuando comenzó, en la estación comunitaria de mi pueblo en Oaxaca, solo había voces masculinas. Fue difícil ganarme un espacio, sentir que mi palabra tenía peso”, relata.

Pero contra viento y marea, Ana fue formándose en producción radiofónica gracias a talleres impulsados por organizaciones como Cultural Survival (agrupación sin fines de lucro, que defiende los derechos de los Pueblos Indígenas y apoya la autodeterminación, las culturas y la resiliencia política de las comunidades Indígenas desde 1972).

“Hoy, conduzco programas en zapoteco donde hablamos de salud, derechos de la mujer, tradiciones y política. Es un logro, aunque sabemos que todavía falta mucho para acabar con la violencia de género en nuestras comunidades”, dice con una voz que mezcla orgullo, pero también desafío.

Ana no está sola, pues en comunidades a lo largo y ancho de la República Mexicana, mujeres como ella integran redes que fortalecen la autonomía informativa indígena y combaten la invisibilización histórica, donde la radio indígena no sólo transmite música y noticias, sino que construye comunidades, preserva lenguas amenazadas y reivindica cosmovisiones.

Este tipo de comunicación desde y para la diversidad cultural es fundamental en un país donde, según el último censo intercensal INEGI de 2023, más de seis millones de personas se reconocen como indígenas, de las cuales las mujeres sostienen el tejido social a pesar de ser las más afectadas por la pobreza multidimensional.

Además, las emisoras radiales, son una plataforma fundamental para promover la participación política y la lucha contra la violencia de género.

Los roles que desempeñan las mujeres en la radio indigenista son múltiples: guardianas de la cultura, educadoras, activistas, reporteras y constructoras de comunidad, que utilizan su presencia mediática para contrarrestar la ideología patriarcal, revitalizar las lenguas maternas y posicionar los derechos de sus pueblos en la agenda pública.

Y es así que las mujeres indígenas requieren mayor acceso a capacitación técnica, apoyo institucional y la creación de redes sólidas para compartir saberes y protegerse mutuamente frente a la violencia y la exclusión.

Cultural Survival ofrece formación y seguimiento a las radialistas indígenas para que su gestión sea profesional y empoderadora, mientras el INE articula esfuerzos en fortalecer la participación política a través de la comunicación comunitaria.

Volviendo a Ana María, ella sintetiza el sentido profundo de este día y lo que implica ser mujer indígena hoy: “Bartolina Sisa nos enseña que resistir es también crear. Nuestra radio es un legado vivo. Cada vez que transmitimos en nuestra lengua zapoteca o cualquier otra de nuestro país, denunciamos una injusticia o compartimos una historia, estamos tejiendo esperanza para futuras generaciones”.

Su voz, como la de cientos de mujeres indígenas, atraviesa el micrófono, las montañas y los valles, retumbando como eco de una lucha que no cesa.

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